Los Probióticos

En los últimos veinte años, se han producido importantes avances en el campo de la nutrición debido, en parte, a su expansión hacia otras áreas científicas como la inmunología, y la ecología microbiana y genómica. Los esfuerzos coordinados en estas disciplinas han permitido profundizar en las bases que explican la estrecha relación entre la dieta y el estado de salud, de modo que, actualmente, se atribuye no sólo al valor nutritivo de aquélla, sino también a los efectos beneficiosos derivados de sus complejas interacciones con el huésped y la microbiota intestinal. En este contexto, han surgido los llamados alimentos funcionales, considerados como aquellos que, además de aportar los nutrientes recomendados, ejercen efectos beneficiosos sobre una o más funciones del organismo, fomentando la salud y reduciendo el riesgo de enfermedad1 . Japón fue el primer país en introducir en el etiquetado de sus productos el término de «alimento funcional», a finales de la década de 1980, y en estos momentos sus productos representan el 50% del mercado2 . No obstante, éste es también un sector que ha hecho su aparición en Estados Unidos y Europa con una tasa de crecimiento anual en torno a un 15- 20%. De hecho, en Europa el volumen de negocio de los alimentos funcionales fue de unos 2.000 millones de euros en 1999 y, entre éstos, el 72% estuvo centrado en el sector lácteo. Los probióticos constituyen uno de los subgrupos más destacados dentro de los aliNutrición infantil 476 PROBIOTICOS: CRITERIOS DE CALIDAD Y ORIENTACIONES PARA EL CONSUMO 59 mentos funcionales. Son productos que contienen microrganismos definidos y viables en grado suficiente para modificar la microflora de un compartimento del huésped, ejerciendo así un efecto beneficioso sobre la salud de éste 3 . En la actualidad, todavía se desconocen muchos aspectos relativos a sus mecanismos de acción; sin embargo, se reconoce su funcionalidad en: a) la prevención y el tratamiento de trastornos gastrointestinales de diversa etiología; b) la reducción de la intolerancia a la lactosa; c) la modulación de la respuesta inmunitaria, y d) la reducción de los valores de colesterol4, 5. Los principales probióticos son las bacterias integrantes de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium


Conclusiones
 Aunque todavía no existe una normativa sobre los requisitos que deben cumplir los probióticos que se incorporan a los alimentos, la FAO/WHO ha hecho unas recomendaciones acerca de los criterios de evaluación de éstos, incluyendo su identificación intraespecífica, pruebas in vitro e in vivo para constatar sus propiedades y efectividad, y guías sobre el etiquetado. Entre los productos probióticos, los derivados lácteos y especialmente las leches fermentadas son los más aceptados por constituir un buen vehículo para el aporte de bacterias viables y de nutrientes altamente biodisponibles. Por ello, se aconseja un consumo diario de derivados lácteos de entre dos a cuatro raciones, en función de la edad y el estado fisiológico, y entre éstos de al menos un producto probiótico. Análisis realizados en productos probióticos comercializados demuestran, no obstante, que en la actualidad alguno de ellos, especialmente los suplementos alimentarios, no ofrecen las garantías deseables en cuanto a la identidad de las cepas declaradas y su viabilidad

Los probióticos 
https://www.youtube.com/watch?v=adLLv0Z8JrA

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